Mañana domingo, "Día de la caridad"

Queridas familias: El próximo domingo se celebrará el "Día de la Caridad" en nuestra parroquia. Se colocará una mesa en la puerta de la parroquia para que la gente pueda aportar su donativo. "No puede haber caridad sin adoración, ni adoración sin caridad.


Estos "tiempos recios", donde se necesitan amigos fuertes de Dios, invitan a recuperar el sentido de nuestra vida sabiéndonos frágiles y necesitados de salvación. Una necesidad que se hace concreta en la vida de cada día, en la proximidad, en la cercanía, en la fraternidad y en la esperanza cristiana que brotan de la Eucaristía. En estos tiempos singulares en los que se están tomando iniciativas excepcionales para evitar y detener el contagio de un virus trágicamente mortal, todos percibimos cómo se hacen esfuerzos en muchos lugares de nuestra sociedad para proteger a las personas, a las familias, incluso a las diversas realidades laborales, de los trágicos zarandeos que han herido especialmente a los vulnerables y más empobrecidos, abriendo, así, caminos a la esperanza.


La Eucaristía nos ofrece el don de poder amasar de forma inseparable la caridad y la vida de los pobres. ¿Cómo vivir la Eucaristía sin estar cerca de aquellos más hambrientos, de aquellos con quienes Cristo se identifica al tener hambre, sed, estar desnudo, enfermo o en la cárcel? Él, por medio del amor hecho servicio hasta el extremo, ofreciendo su vida, ha llevado a plenitud el valor de la dignidad humana haciéndonos hermanos y adentrándonos en el misterio de la donación. Esta caridad, corazón de nuestra fe y de la propia solemnidad del Corpus Christi, nos lleva a poner en las manos del Dios, que nos ha amado tanto que nos ha entregado a su propio Hijo, todo lo que somos y lo que tenemos, especialmente nuestras pobrezas y fragilidades y nos mueve al amor fraterno, pues "cerrar los ojos ante el prójimo nos convierte también en ciegos ante Dios" .

Ante el Cuerpo de Cristo tomamos conciencia de que es tiempo de potenciar la capilaridad en los pueblos, barrios y ciudades para cuidar y acompañar tanto sufrimiento. "He ahí un hermoso secreto para soñar y hacer de nuestra vida una hermosa aventura. Nadie puede pelear la vida aisladamente Se necesita una comunidad que lo sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia delante. De estas palabras del Papa son testigos, durante las veinticuatro horas del día, los discípulos misioneros de Jesucristo en Cáritas, las personas que hacen posible el servicio de la caridad en las parroquias o en otras instituciones caritativas de la Iglesia. Creemos en el Dios que se hace carne y se presenta como compañero de viaje.

Él atraviesa la vida de cada pueblo, ciudad, hospital, escuela o centro de trabajo. Aunque este año no salgamos por las calles acompañando al Señor sacramentado en procesión, proclamemos nuestra fe y hagamos de nuestras parroquias, comunidades, oratorios y de nosotros mismos, custodias del Cristo que comulgamos como expresión de nuestro amor agradecido y fuente de bendición para muchos.

" Caminemos en esperanza" . Hoy, al adorar al Señor en el Pan Eucarístico, nos adentramos en el dinamismo del gozo, la alegría y la esperanza que necesita nuestro mundo. Una esperanza que brota de la presencia de Cristo en el mundo y entre nosotros, de sus salidas a los caminos de este mundo sufriente por los estragos del coronavirus para convocar a todos a la alianza del Espíritu. El fruto de la oración es la fe.

El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. " El fruto del servicio es la paz". " Y haced del amor la norma de vuestra vida, a imitación de Cristo que nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros como ofrenda y sacrificio de suave olor a Dios". Nos ponemos en las manos de la Sagrada Familia de Nazaret, Jesús, María y José, en ese hogar donde se fraguaba cada día la caridad, con pensamientos, palabras y obras y pedimos al Señor que nos encuentre dignos de su presencia por haber hecho con nuestro prójimo ejercicio creíble de la caridad.


Cuidaros!!




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